Esto ya se ha hecho evidente: estas mismas relaciones deben estar sustentadas en la parte operativa por la supervisión, mujeres y hombres, basados en principios y valores orientados al desarrollo sostenible, el bienestar de la sociedad y con habilidades para conducir a su equipo y conseguir los mejores resultados.

La estrategia para que las empresas sean las mejores depende mucho de las habilidades de la supervisión, muy relacionadas con el desempeño humano, y con una gran necesidad de herramientas que hoy en día muchos líderes no tienen.

Desafíos y responsabilidades del Supervisor

Las empresas buscan un mejor clima laboral, compromiso, salud integral y estrategias preventivas. Pero todo ello debe ser asimilado y aplicado por los Supervisores. Entre sus retos están:

• Responsabilizarse de su equipo
• Observar y tomar decisiones
• Delegar responsabilidades
• Gestionar el rendimiento
• Establecer objetivos claros
• Prevenir riesgos y prever recursos
• Engranar a cada colaborador con las metas
• Reforzar las reglas e influenciar
• Crear transparencia e igualdad
• Predicar con el ejemplo
• Inspirar confianza y movilizar la producción
• Disciplinar asertivamente
• Motivar con apoyo individual

El papel de la cultura y la estrategia empresarial

Cada empresa tiene políticas únicas. Su éxito depende de cómo gestionan sus relaciones humanas y de cómo capacitan a sus Supervisores para responder a las exigencias del entorno y evolucionar.

Las empresas exitosas trabajan con prioridades claras, planificación estratégica y una cultura de mejora continua, liderada desde la alta dirección.

Creación de la Escuela para Supervisores

Para cambiar la forma de trabajar de los Supervisores, se propone crear una Escuela que genere cultura comportamental con herramientas clave como:

• Comunicación efectiva
• Comportamiento del líder
• Formación y coaching
• Gestión del tiempo y planificación estratégica
• Gestión preventiva y personalizada
• Motivación, disciplina, cambio y ejecución eficaz