No todas las empresas se enfocan en buscar mejorar su Cultura de Seguridad, este concepto que apareció en los años 80 fue vinculado fundamentalmente a reducir accidentes formulando lo que se le llamó “cultura preventiva” por accidentes mayores ocurridos en el mundo como el de la planta nuclear de Chernóbil donde fallecieron y tuvieron agresivas enfermedades ocupacionales miles de personas. Con el paso del tiempo las empresas intentan mejorar su cultura de seguridad como estrategia para reducir sus mayores riesgos y lesiones personales.
Como definición de la Cultura de Seguridad, me gusta adoptarla como la “Cultura preventiva con un conjunto de actitudes positivas y compartidas a todos en la empresa para reducir toda clase de riesgos con la gestión principal del negocio basado en las personas”.
Crear cultura preventiva es educar para crear conciencia en que, las personas se deben gestionar sin ser un recurso más para producir y tener ingresos económicos, es adoptar nuevas conductas y una actitud responsable por cada Supervisor y Gerente de respeto por la protección de las personas, no es justo que una persona en su vida logre nacer, crecer, estudiar y ser técnico o profesional para que un día no regrese sano a ver a su familia.
La cultura de seguridad debe ser el eje y el medio fundamental para conseguir una mejora efectiva de las condiciones de vida y de Prevención de Riesgos Laborales para conseguir grandes resultados así como para ser una empresa más que competitiva, de altos estándares. Para lograrlo, es necesario tener esta condición de éxito, generando compromiso visible y participación activa de cada trabajador por cada nivel de línea jerárquica, compromiso como el impulso de estrategias y dinámicas positivas para “mejora de la producción segura y saludable”. Las acciones parten de las Políticas, Normas, Procedimientos y Estándares bien interiorizados, con una estructura organizativa basada en las cualidades y fortalezas de la gente como en el cuidado, enseñanza y protección de sus debilidades, en un ambiente acogedor, cómodo, con herramientas y recursos apropiados y específicos para el tipo de actividad y tipo de empresa, que busquen una postura adecuada y ergonómica de cada uno de los colaboradores para generar los mejores resultados.
Cultura de Seguridad es una prevención activa que a mi me gusta llamarla “Prevención Real”, esta Prevención Real es una estrategia que tiene como objetivos un entorno de confianza, de motivación, participación y disciplina operacional, con acciones de los Jefes y Gerentes tal igual como dicen sus palabras, con un coaching apropiado para la supervisión de línea entregándoles las habilidades requeridas para el tipo de puesto y de supervisión, habilidades blandas para comunicarse mejor mujer u hombre y delegar correctamente, habilidades de comunicación efectiva y asertiva con empoderamiento apropiado para llegar a trabajadores de diferente edad, cultura personal así como basándose en buenas y mejores prácticas operacionales y preventivas.
La aplicación de la normativa en materia de Prevención de Riesgos Laborales, reglamentos, guías internacionales y sistemas de gestión como OHSAS 18001, ISO 9001, ISO 14001, NOSA 5 STAR, ISTEC, PARKER, DUPONT, CONSULTORIA DSS, DNV, nos brindan las reglas de juego para Seguridad y Salud Laboral, Higiene Industrial, Ergonomía, Psico sociología y Vigilancia de la Salud, la evaluación de riesgos y la planificación de la actividad preventiva, la investigación de los accidentes, la formación y la información a todos, etc., son requisitos actuales, son una buena herramienta para fomentar la Seguridad y Salud en el Trabajo, pero para su cumplimiento con las actitudes y comportamientos de las personas, se hace imprescindible mejorar la cultura de seguridad.
Es muy cierto decir que para mejorar la cultura de seguridad, primero debo darle las mejores condiciones, mejor EPP y mejores herramientas para lograr que cada colaborador se identifique y se ponga la camiseta de su empresa con ganas y porque no, con el orgullo de trabajar en la empresa, seguidamente muy cierto es que luego de las mejores condiciones se plantee una mejora de habilidades y técnicas para mejorar el comportamiento. Así lo debe demostrar el compromiso de la alta gerencia para mejorar las condiciones y la mejora continua, lo que sigue en ese camino para cerrar el círculo y por supuesto, más allá del cumplimiento de los requisitos legales, la base del trabajo que es Planificar, Hacer, Verificar y Actuar, no se lograrían si no se busca mejorar la Cultura de Seguridad en la empresa.
La forma o pasos a seguir para la creación de una cultura preventiva tiene un camino progresivo con cinco niveles según su “Línea Base de la Cultura de Seguridad”, esta estrategia para cada empresa, es el resultado de una técnica llamada de línea base, donde interviene un diagnóstico preventivo que similar a buscar un diagnóstico médico para un paciente, busca obtener un diagnóstico de la empresa basado en su gestión interdisciplinaria, preventiva y de RRHH, basado también en encuestas y entrevistas con diversas personas, de diferentes líneas jerárquicas, seguido de focus group donde intervienen los trabajadores para llevarlo luego a un focus group con la supervisión directa operativa; con estas previas acciones se analizan, se consiguen objetivos y se logra medir el nivel de cultura de seguridad. Del resultado obtenido, la empresa puede encontrarse en cada uno de los siguientes niveles: Nivel Patológico, nivel en el que se agrupan organizaciones que solo actúan o intervienen en seguridad y salud cuando tienen auditorías externas de sistemas de gestión o cuando son requeridas por la autoridad o cuando su sistema de gestión de seguridad es básico. Nivel Reactivo, nivel con compromiso en seguridad pero sin participación activa, en donde las empresas actúan reaccionando a lo sucedido, por lo general buscan culpables cuando algo ha salido mal en accidentes con lesiones personales y daños con altos costos. Nivel Preventivo, nivel que agrupa organizaciones que tiene implantado un sistema de gestión, se cumplen las reglas, se genera datos relacionados con el desempeño en seguridad y salud, se modifican procesos y se realizan auditorias de seguridad y salud. Nivel Proactivo, donde la gestión de la seguridad y salud es cada vez mejor y se realiza mirando al futuro. Los trabajadores están involucrados en la práctica, las personas están preocupadas por la seguridad y salud, los líderes se preocupan por su gente trabajadora. Esta actitud lleva a las personas a preguntarse cómo mejorar antes de que ocurra un accidente. La información fluye mejor y la comunicación es bidireccional y se genera más confianza. Las auditorias comienzan a ser menos necesarias, el sistema en si mismo requiere menos trabajo porque se confía en las personas y se obtienen resultados. Nivel Generativo, este último nivel es cuando se han conseguido estándares muy altos, se miden y mejoran las herramientas pro activas, los errores y fallos son usados para mejorar, se buscan los errores antes de que ocurran con una fuerte gestión preventiva de reportes para mejorar actos y condiciones sub estándar. Existe una transparencia total, no se oculta nada. El respeto por la salud de las personas está implícito en todas las decisiones. La seguridad y salud es un valor de la organización, la prevención es nuestra forma de trabajar.
Para avanzar de un nivel a otro, debe desarrollarse una actividad preventiva intensa, reflexionar sobre la importancia de la integración de la prevención de riesgos laborales en la gestión de la empresa y, por tanto, integrarla plenamente en los sistemas de gestión. El modelo DSS (Dupont Sustainable Solutions), es una de las mayores organizaciones de consultoría de seguridad reconocidas que utiliza la Curva de Bradley para determinar el nivel de cultura de seguridad en las empresas, la misma que va muy de acuerdo a los cinco niveles descritos y que tienen como objetivo conseguir compañías con mejores índices de seguridad, clima laboral cada vez mejor y con resultados de producción envidiables.
La cultura de seguridad se basa en el principio fundamental que “todo accidente se puede prevenir”, cuando sucede es porque se ha producido un fallo en la gestión preventiva, que es diferente a pensar que no se ha cumplido algún estándar, norma, guía internacional o sistema de gestión, ya que la seguridad se logra con personas y para las personas. Para las personas de la organización, la prevención es una muy buena inversión ya que se generan muchos ahorros de tiempo y de monedas, finalmente, y si la convierten en el principio rector de cualquier decisión con el triángulo de producción, calidad y seguridad (procalsedad), simplemente se traduce en “hacer un trabajo bien hecho”.
Fomentar la cultura de prevención de riesgos laborales, significa mejorar la cultura de seguridad y va más allá del cumplimiento legal meramente formal o documental, buscando el compromiso de trabajar eficaz y efectivamente para mejorar las condiciones de trabajo. Generar cultura preventiva, implica una actitud colectiva en el que es imprescindible el compromiso y liderazgo de la dirección y de todos los mandos intermedios, la participación e implicación de todas las personas propias de la organización y de sus socios estratégicos, los contratistas. No existe un modelo mejor ni menos un modelo único que ayude a desarrollar e implantar un sistema de gestión de cero accidentes. Cada empresa debe personalizar el suyo propio y hay que tener en cuenta que no existen soluciones estándar, solo pautas que pueden ser comunes como el compromiso y participación activa de la dirección, liderazgo visible y demostrado, motivación y capacitación, finalmente y muy necesario una adecuada comunicación a tiempo con reglas claras de cumplimiento con disciplina y seguimiento.
En pocas palabras, la Cultura de Seguridad tiene herramientas simples que deben generar una Prevención Real y que deben ser identificadas con un buen diagnóstico de línea base, con la decisión continua y ejemplar de la alta dirección empresarial.
Jorge Domínguez González